Moverse con agilidad en tiempos adversos.

Se habla mucho sobre cambios acelerados en las empresas para adaptarse al ritmo del entorno para responder y sobrevivir. Pero en muchas organizaciones surge la pregunta: ¿qué se necesita para adaptarse y responder?

Disruptive Labs

Bien, en Disruptive Labs hablamos de Agilidad Estratégica para describir al conjunto de elementos y características que una organización necesita tener para poder leer el entorno y poder adaptarse a él.

Sobra decir que el entorno actual se caracteriza por ser volátil y poco predecible, a decir verdad, paralizante para muchas organizaciones puesto que se dificulta saber el impacto de una decisión y, a su vez, tener una lectura adecuada del entorno para tomarla. Un circuito problemático, sin salida.

Pero, qué se necesita para fomentar la Agilidad Estratégica en nuestros equipos u organizaciones. Lo principal es incorporar a nuestra cultura organizacional cuatro principios básicos.

El primero de ellos es crear una sensación de urgencia. No se trata de crear caos en cada decisión e incitar la toma de decisiones despreocupadas y poco racionales. Se trata de crear una serie de mecanismos y posturas mentales que permitan pasar a la acción rápidamente en cualquier situación y, sobre todo, a leer y actualizar sistemáticamente la interpretación del entorno.

El segundo, es definir una visión y prioridades para que todos los integrantes de la organización sepan cuales son los principales objetivos de la misma y en qué medida se debe administrar el esfuerzo de todo el equipo para alcanzarlos.

El tercero, es permitir la acción, sin barreras. Una vez delimitada la visión y prioridades de la organización, lo que sigue es establecer los procesos y mecanismos que permitan materializar esta visión y prioridades; sobre todo que el equipo pueda actuar sin excesiva burocracia, guiado por estas prioridades.

El primero es que se apunte aun bien superior, es decir, que haga patente una gran causa. Esta característica se plasma en la definición de un Propósito Compartido, que constituye la aspiración más elevada de la idea, proyecto o empresa. En otras palabras, describe el cambio que se quiere ver en el mundo a partir de lo que se ofrece. Esta va más allá de una visión, misión y valores que, aunque son esenciales, no resultan suficientes.

La segunda característica es que sea disruptiva. Esto significa que la idea, proyecto o empresa busque crear una nueva definición de cómo hacer las cosas, es decir, que apunte a crear un nuevo marco mental. Hoy, ideas y empresas disruptoras han definido nuevos mercados y le han mostrado al mundo otra perspectiva.

La tercera característica es que la tecnología sea el principal elemento en la transmisión, ejecución y entrega. En otras palabras, que la tecnología permita la ubicuidad y la disponibilidad, sin que este sujeta al esfuerzo humano.

El cuarto, es encontrar un equilibrio en la organización entre liderazgo y gestión. El punto óptimo es un lugar intermedio entre ambas actividades. Una excesiva gestión, se producirá un entorno burocrático, incapaz de responder con velocidad. Por otro lado, un excesivo liderazgo, creará un entorno vigorizante, pero caótico. Un punto intermedio producirá un entorno adaptativo, innovador y estimulante. Ideal para mantener una Agilidad Estratégica.

Recapitulando, tener Agilidad Estratégica en una organización es el conjunto de tener una cultura organizacional que incluya los principios de: urgencia, visión y prioridades, mecanismos de acción y, por último, equilibrio entre liderazgo y gestión.

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Colaboración elaborada por el equipo de Disruptive Labs.