Instrumentos de financiamiento público y privado.

¿Cuántas veces has necesitado opciones de financiamiento para tu negocio? En México existen diversos tipos de productos financieros que al usarlos con responsabilidad y de manera informada, pueden ayudar a impulsar a los negocios y el crecimiento económico en general. ¿Pero qué debes de tomar en cuenta a la hora de elegir?, esto depende del tipo y de la necesidad específica que tiene tu negocio, debido a que una mala elección puede resultar en una tasa de interés más alta o de características que en lugar de beneficiarte te perjudique. Por este motivo es que identificamos algunos productos de crédito en la banca de desarrollo, microcréditos del sector privado, así como créditos en la banca tradicional, con lo que puedes tener alternativas acordes a tus necesidades.

Disruptive Labs

La banca de desarrollo es uno de los actores más importantes en cuestión de productos crediticios. Al inicio de este año, Bancomext y NAFIN anunciaron la puesta a disposición de 600 mil millones de pesos para el otorgamiento de créditos y garantías en 2023. Dichos créditos están enfocados en sectores estratégicos: automotriz, eléctrico-electrónico, energético, maquila y naves industriales, transporte y logística y turismo, con necesidades de capital de trabajo a empresas proveedoras, arrendamiento de maquinaria y equipo, entre otras. Al ser un producto con enfoque clave, suele ser más flexible para su obtención entre los proyectos de solicitantes que cumplan los requisitos e incluso más accesibles que los comerciales.

No menos importante, son los créditos de la banca tradicional. Los cuales pueden ser crédito de consumo, de capital de trabajo, factoraje, arrendamiento o hipotecarios, entre otros. Estos productos suelen tener requisitos más rigurosos en cuanto a garantías y capacidad de pago. En general, estos productos de crédito tienen tasas de interés más accesibles que los microcréditos del sector privado, pero también implican mayores requisitos y trámites. Mas aún este es uno de los productos que ha observado un crecimiento constante en los últimos años.

Los microcréditos, por su parte, están pensados para las personas o negocios que no cumplen los requisitos de la banca tradicional. Suelen ser más flexibles en sus requisitos, pero por esa razón la tasa de interés es más alta, ya que implica un mayor riesgo para la institución financiera. Aun así, se han convertido en una herramienta importante para el desarrollo de emprendimientos y comunidades vulnerables.

Del lado del sector privado, también existen otro tipo de opciones como el fondeo colectivo, fondos de capital de riesgo, ángeles inversionistas e incluso, podemos mencionar la bolsa, para el caso de grandes empresas consolidadas.

Ahora, por parte del financiamiento público, existen créditos con tasas blandas, que permiten, sobre todo a sectores vulnerables, acceder a capital que por el lado privado sería muy complicado obtener. Estos programas federales o estatales son coyunturales para el desarrollo social y económico, por lo que asumen un papel fundamental para fortalecer a micro y pequeños negocios, así como emprendedores, a seguir impulsando sus proyectos y de esta manera, generar una derrama económica para su región, empleos, innovación, fortalecimiento de cadenas de suministros, etc.

En conclusión, el financiamiento es una herramienta necesaria para el crecimiento sostenido del país y es obligación de quien lo solicita emplearlo con responsabilidad y conocimiento de causa, explorando la mejor opción de acuerdo con sus necesidades. Es importante informarse, comprar y elegir la que mayor se adapte a las posibilidades de cada uno.

Colaboración realizada por Diego Alan López Aldana. Si quieres conocer más al respecto, contáctanos al correo contact@disruptivelabs.mx o a nuestras redes @DisruptiveLabs, ¡con gusto te leemos!