Cambio generacional, longevidad y gestión de talento.

El progreso humano impulsado por el avance de la ciencia es como una moneda con sus dos caras. Por un lado, es evidente en algunos sectores el aumento en la calidad de vida, así como el incremento en la esperanza de vida al nacer. El otro lado de la moneda inminente de atender es qué hacer con las personas que están envejeciendo y que en un futuro pueden representar una carga que ni el gobierno ni la propia economía pueda resolver de manera natural, es por eso que debemos empezar a replantear la forma como llevamos nuestra etapa adulta hacia la vejez y repensarla en sus diferentes temas como el educativo, económico, laboral, jubilación, entre otras.

Disruptive Labs

La Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona que el total de la población adulta mayor asciende a 967 millones de personas (13%) y esta cifra aumentará en las siguientes décadas. Se calcula que en 2030 una de cada seis personas tendrá 60 años o más. En México, la población mayor de 60 años es de aproximadamente 15 millones de personas, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica del INEGI levantada en 2018. Esta misma estadística indica que 85% de los adultos mayores de entre 60 y 75 años son independientes en su vida diaria y cuentan con un ingreso económico.

En este contexto, es fundamental como individuos aprender y desarrollar nuevas habilidades y conocimientos durante toda la vida. Diseñar estrategias de adaptabilidad, esto para las empresas implica invertir en estrategias que reeduquen a los empleados en la adquisición de capacidades de transformación y consciente del permanente desarrollo de nuevas tecnologías y que repercuta directamente en adaptarse a una vida más larga (longevidad) y, por consiguiente, a una actividad laboral de mayor tiempo, con los consecuentes cambios y retos tanto para las personas, como para las empresas.

Otro aspecto importante es la salud laboral de la generación adulta de ahora y del futuro en el trabajo, debemos empezar a desarrollar hábitos de vida saludables (alimentación, ejercicio, descanso, esparcimiento, etcétera) que permita la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral. Las condiciones de salud derivadas de la edad, enfermedades crónicas o limitaciones físicas y de salud ponen a un gran segmento de adultos mayores en situación de desventaja y vulnerabilidad.

El trabajo remoto y la diversidad de los avances tecnológicos tendrá que desembocar en un futuro no muy lejano, en una perspectiva humanística que facilite a las empresas y a sus equipos de trabajo el afianzamiento en valores de participación colectiva, co-creación y aprovechamiento del talento humano en cualquier etapa de la vida laboral.

Construir nuevas políticas de diversidad de talento y diversidad generacional, así como nuevas formas de trabajo y colaboración basadas y adaptadas a la edad, son necesidades que deben incorporarse también desde ahora a los planes de trabajo y prospectiva en las empresas y organizaciones de todo tipo.

Colaboración realizada por Mario Pablo Terres Sánchez y equipo Revolución 5.0 de Disruptive Labs. Si quieres conocer más al respecto, contáctanos al correo contact@disruptivelabs.mx o a nuestras redes @DisruptiveLabs, ¡con gusto te leemos!