Capacitación para el trabajo: digitalización y democratización

Disruptive Labs

Uno de los objetivos estratégicos de todo empresario y directivo debe ser habilitar al recurso humano que compone a la organización, para hacerlo apto en sus funciones e incrementar su productividad, incluso representar a su empresa ante otras empresas. En ese sentido, la capacitación para el trabajo ha jugado un papel primordial para la adquisición de conocimientos, herramientas, habilidades y actitudes, principalmente en la democratización de la instrucción laboral.

En México, los Institutos descentralizados de Capacitación para el Trabajo, ICAT, se han posicionado como los centros de mayor asistencia entre personas de 15 años y más, el requisito es saber leer y escribir, aunque algunos cursos requieren de conocimientos básicos en ciertos campos del conocimiento. Su papel ha sido el de atender la etapa educativa que no pertenece a la educación básica ni a la media superior. Ofrecen un tipo de instrucción donde los alumnos logran una formación terminal para acceder al mundo laboral, pero que no les permite incorporarse al nivel bachillerato.

De los 473 ICAT que existen en el país, se desprende una oferta educativa integrada por distintos campos de formación y especialidades ocupacionales, entre las que destacan: Uso de la Lengua Inglesa, Estilismo y Diseño de Imagen, Asistencia Ejecutiva, Confección Industrial de Ropa, Soporte Técnico a Equipos, Ofimática y Sistemas Computacionales.

A partir del proceso de digitalización impulsado por la 4ª Revolución Tecnológica, los Institutos han llevado a cabo acciones para conseguir la impartición de sus contenidos de manera virtual; sin embargo, solo unos cuantos lo han logrado. Asimismo, han tenido que enfrentar otro reto: el segmento de mercado al que están dirigidos, en su mayoría, carece de acceso gratuito a internet o de bajo costo, incluso, en ciertas zonas, no cuentan con la cobertura del servicio.

Más allá de esa carencia, existen otras tareas que deben ser consideradas para su actualización y democratización como la transformación de los modelos de estudio acordes a las vocaciones productivas por cada región, el desarrollo de contenido en plataformas e-learning y un modelo de vinculación efectiva que genere alianzas con el sector empresarial, brinde gestión tecnológica y operativa, todo ello con estrategias de seguimiento a egresados y de inserción laboral, además de la inclusión al ecosistema de emprendimiento.

Los ICAT se observan como los centros de formación que encabezan la política pública de educación al adulto trabajador, han llegado a tal reconocimiento por la ciudadanía que pensar en su no modernización y actualización de su oferta educativa, es llevarlos a su muerte por obsolescencia. Es un foco de atención que todos los empresarios deberán considerar de acuerdo con sus cadenas de producción para impactar en el desarrollo económico y social de la clase trabajadora.

Si quieres conocer más al respecto, contacta al equipo de Revolución 5.0 al correo contact@disruptivelabs.mx o a nuestras redes @DisruptiveLabs, ¡con gusto te leemos! Colaboración realizada por miembros del equipo de Disruptive Labs.